Mi dispositivo parece que tiene menos memoria de la anunciada
Aunque igual nos suene el tema porque en las últimas semanas han sido publicadas varias noticias sobre denuncias a fabricantes de smartphone, en todos los dispositivos la memoria real es menor a la anunciada.
Esa premisa siempre se cumple y esperamos que tras la lectura del siguiente texto comprendas el motivo.
En primer lugar queremos dejar claro que los fabricantes deberían indicar que siempre hacen referencia a la capacidad máxima que el dispositivo puede almacenar, de este modo evitarían que aquellos usuarios no familiarizados con la tecnología se llevasen la sorpresa de su vida, al descubrir que lo que han comprado no es lo que se dice. Pero como no podemos ponernos en el lugar del fabricante, si ayudaremos a los usuarios a comprender el motivo de su sorpresa, y a tenerlo presente la próxima vez que adquieran cualquier dispositivo que incorpore almacenamiento.
En primer lugar es muy importante destacar el redondeo, que como siempre se realiza al alza, es decir, muchos fabricantes toman de partida que 1 GB = 1.000.000.000 bytes, lo que es un terrible error, pues los dispositivos electrónicos calculan la capacidad de almacenamiento en disco a partir de esta equivalencia: 1 GB = 1.073.741.824 bytes, por tanto este es un primer punto muy importante, y lamentablemente muchos fabricantes usan este pequeño engaño, lo que permite indicar que un equipo posee mayor almacenamiento de lo que en realidad tiene.
Otro punto muy importante es el formato de la unidad, que es lo que nos permite poder almacenar los datos. Toda unidad de almacenamiento utiliza una parte de su espacio para el formato, espacio que se requiere para almacenar información sobre las particiones, dónde están los directorios, datos, etc. Por dejarlo un poco más comprensible, se necesita una parte de la memoria para poder gestionar el almacenamiento de los datos, por tanto el dispositivo de almacenamiento tendrá disponible siempre menos memoria de su máxima capacidad, pues necesita una parte, muy pequeña cabe recordar, para poder gestionar el almacenamiento de los datos.
Un ejemplo muy claro sería el de un almacén, en dicho almacén podemos guardar muchas cosas pero tendremos que reservar unos metros para poner un pequeño despacho con un archivo, pues necesitamos poder guardar los listados con todos los productos que almacenaremos en el almacén, y sin ese despacho que contenga el listado no podríamos encontrar nada. Pues un dispositivo de almacenamiento es igual, pero en lugar de cajas guardamos 0 y 1, el sistema en que se guarda la información digital.
Y por si fuera poco, a esto también tenemos que añadir la cantidad de memoria que requiere el sistema operativo del dispositivo, que puede rondar desde los 100MB hasta 1 ó 2 GB, o incluso más. Por tanto otra merma más en la cantidad de memoria del dispositivo.
Muchos factores a tener en cuenta que al final producen verdaderos quebraderos de cabeza a los usuarios no versados en tecnología, y que podrían ser mejor explicados por los fabricantes, aunque también hay que tener presente una cosa. Mucha gente ni se fija en esos datos, pues solamente compara si el nuevo terminal que quiere comprarse tiene más megas o gigas que el anterior, aunque no sepa ni para que sirven, pero si tiene más, seguro que será mejor.
También hay que decir que si tenemos un dispositivo con muchísima memoria, no nos preocuparíamos por si nos falta medio giga, nos seguirían sobrando.
Por tanto es muy importante destacar que los fabricantes deberían indicar siempre que dicha cantidad de memoria no es la que nosotros tenemos disponible, sino la máxima del dispositivo, pero que no se aproxima a la que nosotros podemos usar, que en muchas ocasiones es de un 80% de lo indicado.