El smartphone modular
Parece que la carrera por obtener el smartphone modular que comenzó a bombo y platillo el gigante de los buscadores ya tiene un ganador, y no es el que la propuso.
El fabricante LG ha presentado su nuevo terminal, el G5 que con un diseño modular que permite añadir nuevas funcionalidades al terminal insertando módulos con distintas prestaciones.
Por el momento hay disponibles tres módulos, uno para mejorar las prestaciones de la cámara digital incorporando botones físicos y otras prestaciones, una batería adicional para disponer de hasta 5000 miliamperios de capacidad y un módulo para sonido de alta definición de la marca Bang & Olufsen.
Está claro que no es precisamente modular al 100% el dispositivo, por lo que ha ganado pero no sin hacer algunas pequeñas trampas, pues no se pueden retirar otros de sus componentes y ser sustituidos, pero como comienzo no está nada mal.
El modelo G5 ha sido presentado con una pantalla de 5,3 pulgadas y resolución de 2.560×1.440 pídeles, con doble cámara trasera, una de 16 megapíxeles y otra de 8, y la cámara frontal con también 8 megapixeles.
Para no quedarse atrás incorpora el procesador Qualcomm Snapdragon 820, con una memoria RAM de 4GB y 32GB de almacenamiento. Como hemos comentado su batería puede llegar hasta los 5000 miliamperios con la batería adicional, y sin el módulo posee una batería nada despreciable de 2.800.
Como extra también se puede conectar a las gafas de realidad virtual LG 360 VR, para poder ofrecer lo que será la tecnología que copará los próximos años, la realidad virtual.
Por tanto aunque no todos o casi todos sus componentes son modulares, si incorpora nuevas prestaciones al añadir los módulos, y por lo tanto gana la batalla. Está claro que muchos dirán que no es todo modular, pero lo que no pueden negar es que ha cogido el relevo y ahora el fabricante LG está en boca de todos por su diseño modular, y casi nadie se acuerda ya de quién era el que comenzó primero esta carrera.
En la teoría el diseño modular de un smartphone es mucho más eficiente frente a los convencionales, pues tanto su emsamblaje como sus posteriores reparaciones serían mucho menos costosas y mucho más rápidas, pero también tiene sus inconvenientes.
Hasta el momento un diseño modular no permitía las dimensiones tan reducidas que poseen algunos smartphone, pero eso parece que está cambiando.
Sin duda sería una auténtica gozada poder tener en nuestras manos un smartphone completamente modular, pues nos permitiría hacer a nosotros mismos las reparaciones, al ser únicamente necesario apagar el terminal e intercambiar el módulo estropeado por un módulo nuevo. De igual modo podríamos mejorar las prestaciones de nuestro dispositivo cambiando módulos, como podría ser una nueva pantalla o un nuevo cuerpo con procesador y placa base.
Esperemos que eso sea el futuro, pues permitiría ir ampliando nuestro smartphone como antes hacíamos con nuestros ordenadores, añadiendo más memoria o sustituyendo el procesador para obtener un mayor rendimiento.
De todos modos también tendremos que adaptar el software a este tipo de diseño, para que todo pueda ser intercambiado en caliente y ampliado, y esperemos que no aparezcan bugs muy graves, como el problema del iphone y el 1 de enero de 1970, aunque para eso están los informáticos e ingenieros, para solucionarlos.